NOVENA A SAN BENITO
San Benito es patrón de: Europa, erupciones cutáneas, sarpullidos,
envenenamientos, trabajadores agrícolas, granjeros, forjadores y fundidores del cobre, moribundos, contra la fiebre, piedras en órganos,
enfermedades inflamatorias, enfermedades del riñón, monjes,
personas en órdenes religiosas, intoxicaciones, escolares.
envenenamientos, trabajadores agrícolas, granjeros, forjadores y fundidores del cobre, moribundos, contra la fiebre, piedras en órganos,
enfermedades inflamatorias, enfermedades del riñón, monjes,
personas en órdenes religiosas, intoxicaciones, escolares.
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
Te saludamos con filial afecto,
oh glorioso Padre San Benito,
obrador de maravillas,
cooperador de Cristo
en la obra de salvación de las almas.
¡Oh Patriarca de los monjes!
Mira desde el cielo la viña que plantó tu mano.
Multiplica el número de tu hijos, y santifícalos.
Protege de un modo especial
a cuantos nos ponemos con filial cariño
bajo tu amparo y filial protección.
Ruega por los enfermos, por los tentados,
por los afligidos, por los pobres,
y por nosotros que te somos devotos.
Alcánzanos a todos una muerte
tranquila y santa como la tuya.
Aparta de nosotros en aquella hora suprema
las asechanzas del enemigo,
y aliéntanos con tu dulce presencia.
Ahora consíguenos la gracia especial
que te pedimos en esta novena...
(Hacer la Peticion)
Rezar a continuación la oración
del día que corresponda
¡Oh glorioso San Benito,
que desde tu infancia
reconociste la vanidad del mundo
y únicamente deseaste los bienes eternos!
Alcánzanos un vivo deseo del cielo
y que recordemos frecuentemente a Dios,
nuestro último fin,
y hacia Él ordenemos toda nuestra vida
para que en todo Él sea glorificado.
San Benito, ruega por nosotros.
Tres Avemarías.
Concluir con la oración final.
DÍA SEGUNDO
¡Oh glorioso San Benito,
humilde de corazón,
que supiste desdeñar
las alabanzas de los hombres!
Alcánzanos la humildad,
tú que amaste a Dios sobre todas las cosas
y le entregaste sin reservas tu corazón,
consíguenos también el amor de Dios.
San Benito, ruega por nosotros.
Tres Avemarías.
Concluir con la oración final.
¡Oh glorioso San Benito,
que consagraste tus labios a la oración
y cantaste noche y día las alabanzas divinas!
Alcánzanos el espíritu de oración.
Tú, que cual lirio entre espinas,
guardaste una castidad angelical
por medio de la humildad,
de la vigilancia continua, de la oración
y de la mortificación de los sentidos,
consíguenos el don de la pureza.
San Benito, ruega por nosotros.
Tres Avemarías.
Concluir con la oración final.
DÍA CUARTO
¡Oh glorioso San Benito
que venciste al demonio
y triunfaste de sus engaños!
Alcánzanos la gracia
de resistir sus sugestiones
y de huir de toda ocasión de pecado.
Tú que enseñando una vida austera,
de renuncia y trabajo,
aborreciste la ociosidad,
inspíranos amor al trabajo
y a la abnegación de nosotros mismos
para seguir a Cristo.
San Benito, ruega por nosotros.
Tres Avemarías.
Concluir con la oración final
¡Oh glorioso San Benito,
que amaste el silencio,
y no abriste la boca jamás
a palabras ligeras e impuras,
a quejas, murmuraciones,
y a juicios contra el amor al prójimo!
Alcánzanos la gracia
de no decir jamás palabras impuras
y contra la caridad,
a perdonar y guardar nuestra lengua
de todo pecado.
San Benito, ruega por nosotros.
Tres Avemarías.
Concluir con la oración final.
¡Oh glorioso San Benito,
que fuiste blanco de persecuciones
y guardaste la paz de tu alma
por medio de la dulzura de la paciencia!
Alacanzanos el don de la paciencia
y la gracia de perdonar las ofensas,
tú que perdonaste
a los que atentaron contra tu vida
y te expulsaron de tu país,
y que misericordiosamente
pediste al Señor les perdonara,
llorando su ceguera y terrible fin.
San Benito, ruega por nosotros.
Tres Avemarías.
Concluir con la oración final.
¡Oh glorioso San Benito,
que animado por un ardiente celo
para asistir al prójimo en sus necesidades,
instruiste a los ignorantes,
socorriste a los pobres,
curaste a los enfermos,
resucitaste a los muertos,
libraste a los cautivos del demonio
y de sus pasiones,
consolaste a los afligidos
y convertiste a los pecadores!
Consíguenos la gracia de amar al prójimo
y de hacer con él las obras de misericordia.
San Benito, ruega por nosotros.
Tres Avemarías.
Concluir con la oración final.
¡Oh glorioso San Benito,
que inundaste de consuelo
el corazón de tu hermana Santa Escolástica,
llenándolo del amor de Dios
y de las bienaventuranzas del cielo!
Concédenos la gracia
de santificar nuestros afectos más queridos.
San Benito, ruega por nosotros.
Tres Avemarías.
Concluir con la oración final
¡Oh glorioso San Benito,
cuya alma en tu dichosa muerte,
fue elevada al cielo
en medio de ángeles y santos,
siendo consolados tus discípulos
por la revelación de tu gloria!
Concédenos del Señor,
la gracia de la perseverancia final,
de una buena muerte
y de tu asistencia e intercesión
en nuestro último día.
San Benito, ruega por nosotros.
Tres Avemarías.
Concluir con la oración final.
¡Oh glorioso San Benito,
que desde el cielo eres padre piadoso
para nosotros tus devotos!
Tu gran poder ante Dios se reconoce hoy,
más que nunca,
gracias a la medalla
que viene honrada con tu nombre,
por la multitud de prodigios y favores
que por su medio Dios nos ofrece.
Ruega por todos los que acudimos a ti.
Alcánzanos del Señor,
todas la gracias que nos son necesarias
durante esta vida y especialmente
la gracia por la cual hacemos esta novena.
San Benito, ruega por nosotros.
Concluir con un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Al Espiritu Santo se le invoca para pedir sus dones:
sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza,
ciencia, piedad y
temor de Dios.
En Pentecostés (ó Domingo de Pentecostés)
se celebra el descenso del Espíritu
Santo
y el inicio de la actividad de la Iglesia,
por ello también se le conoce
como la celebración del Espíritu Santo.
NOVENA AL ESPIRITU SANTO
Rezar cada día de
la novena:
Acto de consagración al Espíritu Santo diario
Recibid ¡oh
Espíritu Santo!,
la consagración absoluta de todo mi ser,
que os hago en este día para que os dignéis
ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida,
en cada una de mis acciones, mi Director, mi Luz,
mi Guía, mi Fuerza, y todo el amor de mi Corazón.
Me abandono sin reservas
a vuestras divinas operaciones,
y quiero ser siempre dócil
a vuestras santas inspiraciones.
¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús.
Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor.
Gloria al Espíritu Santo Santificador.
Amén.
Oración por los 7 dones del Espíritu Santo
Oh, Señor Jesucristo,
que antes de ascender al cielo
prometiste enviar al Espíritu Santo
para completar tu obra
en las almas de tus Apóstoles y discípulos,
dígnate concederme el mismo Espíritu Santo
para que Él perfeccione en mi alma
la obra de tu gracia y de tu amor.
Concédeme el Espíritu de Sabiduría
para que pueda despreciar
las cosas perecederas de este mundo
y aspirar sólo a las cosas que son eternas,
el Espíritu de Entendimiento para iluminar mi mente
con la luz de tu divina verdad,
el Espíritu de Consejo para que pueda siempre
elegir el camino más seguro
para agradar a Dios y ganar el Cielo,
el Espíritu de Fortaleza para que pueda llevar
mi cruz contigo y sobrellevar con coraje
todos los obstáculos que se opongan a mi salvación,
el Espíritu de Conocimiento para que pueda
conocer a Dios y conocerme a mí mismo
y crecer en la perfección de la ciencia de los santos,
el Espíritu de Piedad para que pueda encontrar
el servicio a Dios dulce y amable,
y el Espíritu de Temor de Dios para que pueda ser lleno
de reverencia amorosa hacia Dios
y que tema en cualquier modo disgustarlo.
Márcame, amado Señor,
con la señal de tus verdaderos discípulos
y anímame en todas las cosas con tu Espíritu.
Amén.
PRIMER DÍA (viernes)
¡Espíritu Santo! ¡Señor de Luz!
¡Danos, desde tu clara altura celestial,
tu puro radiante esplendor!
Oración
Omnipotente y eterno Dios,
que has condescendido para regenerarnos
con el agua y el Espíritu Santo,
y nos has dado el perdón de todos los pecados,
permite enviar del cielo sobre nosotros
los siete dones de tu Espíritu,
el Espíritu de Sabiduría y de Entendimiento,
el Espíritu de Consejo y de Fortaleza,
el Espíritu de Conocimiento y de Piedad,
y llénanos con el Espíritu del Santo Temor.
Amén.
Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria
SEGUNDO DÍA (Sábado)
la consagración absoluta de todo mi ser,
que os hago en este día para que os dignéis
ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida,
en cada una de mis acciones, mi Director, mi Luz,
mi Guía, mi Fuerza, y todo el amor de mi Corazón.
Me abandono sin reservas
a vuestras divinas operaciones,
y quiero ser siempre dócil
a vuestras santas inspiraciones.
¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús.
Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor.
Gloria al Espíritu Santo Santificador.
Amén.
Oración por los 7 dones del Espíritu Santo
Oh, Señor Jesucristo,
que antes de ascender al cielo
prometiste enviar al Espíritu Santo
para completar tu obra
en las almas de tus Apóstoles y discípulos,
dígnate concederme el mismo Espíritu Santo
para que Él perfeccione en mi alma
la obra de tu gracia y de tu amor.
Concédeme el Espíritu de Sabiduría
para que pueda despreciar
las cosas perecederas de este mundo
y aspirar sólo a las cosas que son eternas,
el Espíritu de Entendimiento para iluminar mi mente
con la luz de tu divina verdad,
el Espíritu de Consejo para que pueda siempre
elegir el camino más seguro
para agradar a Dios y ganar el Cielo,
el Espíritu de Fortaleza para que pueda llevar
mi cruz contigo y sobrellevar con coraje
todos los obstáculos que se opongan a mi salvación,
el Espíritu de Conocimiento para que pueda
conocer a Dios y conocerme a mí mismo
y crecer en la perfección de la ciencia de los santos,
el Espíritu de Piedad para que pueda encontrar
el servicio a Dios dulce y amable,
y el Espíritu de Temor de Dios para que pueda ser lleno
de reverencia amorosa hacia Dios
y que tema en cualquier modo disgustarlo.
Márcame, amado Señor,
con la señal de tus verdaderos discípulos
y anímame en todas las cosas con tu Espíritu.
Amén.
PRIMER DÍA (viernes)
¡Espíritu Santo! ¡Señor de Luz!
¡Danos, desde tu clara altura celestial,
tu puro radiante esplendor!
Oración
Omnipotente y eterno Dios,
que has condescendido para regenerarnos
con el agua y el Espíritu Santo,
y nos has dado el perdón de todos los pecados,
permite enviar del cielo sobre nosotros
los siete dones de tu Espíritu,
el Espíritu de Sabiduría y de Entendimiento,
el Espíritu de Consejo y de Fortaleza,
el Espíritu de Conocimiento y de Piedad,
y llénanos con el Espíritu del Santo Temor.
Amén.
Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria
SEGUNDO DÍA (Sábado)
¡Ven, Padre de los pobres.
Ven, tesoros que sostienes.
Ven, Luz de todo lo que vive!
Oración
¡Ven, Oh bendito Espíritu de Santo Temor,
penetra en lo más íntimo de mi corazón,
que te tenga, mi Señor y Dios,
ante mi rostro para siempre,
ayúdame a huir de todas las cosas
que te puedan ofender y hazme merecedor
ante los ojos puros de tu Divina Majestad en el Cielo,
donde Tú vives y reinas en unidad
de la siempre Bendita Trinidad,
Dios en el mundo que no tiene fin.
Amén.
Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria
TERCER DÍA (Domingo)
Tú, de todos los consoladores el mejor,
visitando el corazón turbado,
da la gracia de la placentera paz.
Oración
Ven, Oh Bendito Espíritu de Piedad,
toma posesión de mi corazón.
Enciende dentro mío tal amor por Dios
que encuentre satisfacción sólo en su servicio,
y por amor a Él me someta amorosamente
a toda legítima autoridad.
Amén.
Padrenuestro y Avemsaía, una vez. Gloria.
CUARTO DÍA (Lunes)
Tú, en la fatiga dulce alivio,
refresco placentero en el calor,
solaz en medio de la miseria.
Oración
Ven, Oh Espíritu de Fortaleza,
alza mi alma en tiempo de turbación y adversidad,
sostiene mis esfuerzos de santidad,
fortalece mi debilidad,
dame valor contra todos los asaltos
de mis enemigos, que nunca sea yo confundido
y me separe de Ti, Oh mi Dios
y mi máximo Bien.
Amén
Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria
QUINTO DÍA (Martes)
¡Luz inmortal! ¡Divina Luz!
¡Visita estos corazones tuyos
y llena nuestro más íntimo ser!
Oración
Ven, Oh Bendito Espíritu de Conocimiento,
y concédeme que pueda percibir
la voluntad del Padre;
muéstrame la nulidad de las cosas de la tierra,
que tenga idea de su vanidad
y las use sólo para tu gloria y mi propia salvación,
siempre por encima de ellas mirándote a Ti
y tus premios eternos.
Amén.
Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria
SEXTO DÍA (Miercoles)
Si tu apartas tu gracia,
nada puro permanecerá en el hombre,
todo lo que es bueno se volverá enfermo.
Oración
Ven, Oh Espíritu de Entendimiento,
e ilumina nuestras mentes,
que podamos conocer y creer
en todos los misterios de la salvación,
y que por fin podamos merecer ver
la eterna luz en la Luz, y en la luz de la gloria
tener una clara visión de Ti y del Padre y del Hijo.
Amén.
Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria
SÉPTIMO DÍA (Jueves)
Sana nuestras heridas,
renueva nuestra fuerza.
En nuestra aridez derrama tu rocío.
Lava las manchas de la culpa.
Oración
Ven, Oh Espíritu de Consejo,
ayúdame y guíame en todos mis caminos
para que siempre haga tu Santa Voluntad.
Inclina mi corazón a aquello que es bueno,
apártame de todo lo que es malo
y dirígeme por el sendero recto de tus Mandamientos
a la meta de la vida eterna que yo anhelo.
Amén.
Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria
OCTAVO DÍA (Viernes)
Dobla la voluntad y el corazón obstinado,
funde lo que está helado, calienta lo que está frío.
Guía los pasos que se han desviado!
Oración
Ven, Oh Espíritu de Sabiduría y revela a mi alma
los misterios de las cosas celestiales,
su enorme grandeza, poder y belleza.
Enséñame a amarlas sobre todo y por encima
de todos los gozos pasajeros
y las satisfacciones de la tierra.
Ayúdame a conseguirlas y a poseerlas para siempre.
Amén.
Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria
NOVENO DÍA (Sábado)
Tú, en aquellos que siempre más
te confiesan y te adoran, en tus siete dones,
desciende.
Dales alivio en la muerte.
Dales vida Contigo en las alturas.
Dale los gozos que no tienen fin.
Amén.
Oración
Ven, Oh Divino Espíritu, llena mi corazón
con tus frutos celestiales: caridad, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza.
Que nunca esté yo cansado en el servicio de Dios
sino que, por continua y fiel sumisión a tu inspiración, merezca estar eternamente unido Contigo,
en el amor del Padre y del Hijo.
Amén.
Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria
ORACION POR LOS SIENTE DONES DEL ESPÍRITU
Ven, tesoros que sostienes.
Ven, Luz de todo lo que vive!
Oración
¡Ven, Oh bendito Espíritu de Santo Temor,
penetra en lo más íntimo de mi corazón,
que te tenga, mi Señor y Dios,
ante mi rostro para siempre,
ayúdame a huir de todas las cosas
que te puedan ofender y hazme merecedor
ante los ojos puros de tu Divina Majestad en el Cielo,
donde Tú vives y reinas en unidad
de la siempre Bendita Trinidad,
Dios en el mundo que no tiene fin.
Amén.
Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria
TERCER DÍA (Domingo)
Tú, de todos los consoladores el mejor,
visitando el corazón turbado,
da la gracia de la placentera paz.
Oración
Ven, Oh Bendito Espíritu de Piedad,
toma posesión de mi corazón.
Enciende dentro mío tal amor por Dios
que encuentre satisfacción sólo en su servicio,
y por amor a Él me someta amorosamente
a toda legítima autoridad.
Amén.
Padrenuestro y Avemsaía, una vez. Gloria.
CUARTO DÍA (Lunes)
Tú, en la fatiga dulce alivio,
refresco placentero en el calor,
solaz en medio de la miseria.
Oración
Ven, Oh Espíritu de Fortaleza,
alza mi alma en tiempo de turbación y adversidad,
sostiene mis esfuerzos de santidad,
fortalece mi debilidad,
dame valor contra todos los asaltos
de mis enemigos, que nunca sea yo confundido
y me separe de Ti, Oh mi Dios
y mi máximo Bien.
Amén
Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria
QUINTO DÍA (Martes)
¡Luz inmortal! ¡Divina Luz!
¡Visita estos corazones tuyos
y llena nuestro más íntimo ser!
Oración
Ven, Oh Bendito Espíritu de Conocimiento,
y concédeme que pueda percibir
la voluntad del Padre;
muéstrame la nulidad de las cosas de la tierra,
que tenga idea de su vanidad
y las use sólo para tu gloria y mi propia salvación,
siempre por encima de ellas mirándote a Ti
y tus premios eternos.
Amén.
Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria
SEXTO DÍA (Miercoles)
Si tu apartas tu gracia,
nada puro permanecerá en el hombre,
todo lo que es bueno se volverá enfermo.
Oración
Ven, Oh Espíritu de Entendimiento,
e ilumina nuestras mentes,
que podamos conocer y creer
en todos los misterios de la salvación,
y que por fin podamos merecer ver
la eterna luz en la Luz, y en la luz de la gloria
tener una clara visión de Ti y del Padre y del Hijo.
Amén.
Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria
SÉPTIMO DÍA (Jueves)
Sana nuestras heridas,
renueva nuestra fuerza.
En nuestra aridez derrama tu rocío.
Lava las manchas de la culpa.
Oración
Ven, Oh Espíritu de Consejo,
ayúdame y guíame en todos mis caminos
para que siempre haga tu Santa Voluntad.
Inclina mi corazón a aquello que es bueno,
apártame de todo lo que es malo
y dirígeme por el sendero recto de tus Mandamientos
a la meta de la vida eterna que yo anhelo.
Amén.
Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria
OCTAVO DÍA (Viernes)
Dobla la voluntad y el corazón obstinado,
funde lo que está helado, calienta lo que está frío.
Guía los pasos que se han desviado!
Oración
Ven, Oh Espíritu de Sabiduría y revela a mi alma
los misterios de las cosas celestiales,
su enorme grandeza, poder y belleza.
Enséñame a amarlas sobre todo y por encima
de todos los gozos pasajeros
y las satisfacciones de la tierra.
Ayúdame a conseguirlas y a poseerlas para siempre.
Amén.
Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria
NOVENO DÍA (Sábado)
Tú, en aquellos que siempre más
te confiesan y te adoran, en tus siete dones,
desciende.
Dales alivio en la muerte.
Dales vida Contigo en las alturas.
Dale los gozos que no tienen fin.
Amén.
Oración
Ven, Oh Divino Espíritu, llena mi corazón
con tus frutos celestiales: caridad, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza.
Que nunca esté yo cansado en el servicio de Dios
sino que, por continua y fiel sumisión a tu inspiración, merezca estar eternamente unido Contigo,
en el amor del Padre y del Hijo.
Amén.
Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria
ORACION POR LOS SIENTE DONES DEL ESPÍRITU
Ven, Espíritu
Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la llama de tu
amor.
Oh, Dios, que con la luz del Espíritu Santo
iluminas los corazones de tus fieles,
concédenos que guiados por el mismo Espíritu,
disfrutemos de lo que es recto
y nos gocemos con su consuelo celestial.
Oh, Dios, que con la luz del Espíritu Santo
iluminas los corazones de tus fieles,
concédenos que guiados por el mismo Espíritu,
disfrutemos de lo que es recto
y nos gocemos con su consuelo celestial.
1
Ven, Espíritu Santo, por tu don Sabiduría,
concédenos la gracia de apreciar y estimar
los bienes del cielo y muéstranos los medios
para alcanzarlos. Gloria
Ven, Espíritu Santo, por tu don Sabiduría,
concédenos la gracia de apreciar y estimar
los bienes del cielo y muéstranos los medios
para alcanzarlos. Gloria
2
Ven, Espíritu Santo, por tu don de Entendimiento,
ilumina nuestras mentes respecto a los misterios
de la salvación, para que podamos comprenderlos perfectamente y abrazarlos con fervor. Gloria
Ven, Espíritu Santo, por tu don de Entendimiento,
ilumina nuestras mentes respecto a los misterios
de la salvación, para que podamos comprenderlos perfectamente y abrazarlos con fervor. Gloria
3
Ven, Espíritu Santo, por tu don de Consejo,
inclina nuestros corazones a actuar
con rectitud y justicia para beneficio
de nosotros mismos y de nuestros semejantes. Gloria
Ven, Espíritu Santo, por tu don de Consejo,
inclina nuestros corazones a actuar
con rectitud y justicia para beneficio
de nosotros mismos y de nuestros semejantes. Gloria
4
Ven, Espíritu Santo, por tu don de Fortaleza,
fortalécenos con tu gracia contra los enemigos
de nuestra alma, para que podamos obtener
la corona de la victoria. Gloria
Ven, Espíritu Santo, por tu don de Fortaleza,
fortalécenos con tu gracia contra los enemigos
de nuestra alma, para que podamos obtener
la corona de la victoria. Gloria
5
Ven, Espíritu Santo, por tu don de Ciencia,
enséñanos a vivir entre las cosas terrenos
para así no perder las eternas. Gloria
Ven, Espíritu Santo, por tu don de Ciencia,
enséñanos a vivir entre las cosas terrenos
para así no perder las eternas. Gloria
6
Ven, Espíritu Santo, por tu don de Piedad,
inspíranos a vivir sobria, justa, y piadosamente
en esta vida, para alcanzar el cielo en la otra vida. Gloria.
Ven, Espíritu Santo, por tu don de Piedad,
inspíranos a vivir sobria, justa, y piadosamente
en esta vida, para alcanzar el cielo en la otra vida. Gloria.
7
Ven, Espíritu Santo, por tu don de Temor de Dios,
hiere nuestros cuerpos con tu temor para así trabajar
por la salvación de nuestras almas. Gloria
Ven, Espíritu Santo, por tu don de Temor de Dios,
hiere nuestros cuerpos con tu temor para así trabajar
por la salvación de nuestras almas. Gloria
Oración.
Oh Dios, que has unido las naciones
en la confesión de tu nombre, concédenos
que los que han renacido por el agua del bautismo,
tengan la misma fe en sus corazones
y la misma piedad en sus acciones.
Oh Dios, que has unido las naciones
en la confesión de tu nombre, concédenos
que los que han renacido por el agua del bautismo,
tengan la misma fe en sus corazones
y la misma piedad en sus acciones.
Oh Dios, que
enviaste el Espíritu Santo a los apóstoles,
oye las oraciones de tus fieles para que gocen
de la verdadera paz, quienes por tu gracia,
han recibido el don de la verdadera fe.
Te suplicamos, oh Dios, que tu Santo Espíritu
encienda en nuestros corazones esa llama que Cristo
trajo a la tierra y deseó ardientemente fuera encendida.
oye las oraciones de tus fieles para que gocen
de la verdadera paz, quienes por tu gracia,
han recibido el don de la verdadera fe.
Te suplicamos, oh Dios, que tu Santo Espíritu
encienda en nuestros corazones esa llama que Cristo
trajo a la tierra y deseó ardientemente fuera encendida.
Inflama, oh Señor,
nuestros corazones
con el fuego del Espíritu Santo, para que te sirvamos
castos de cuerpo y limpios de corazón.
Enriquece, Señor, nuestros corazones
derramando con plenitud tu Santo Espíritu
por cuya sabiduría fuimos creados
y por cuya providencia somos gobernados.
con el fuego del Espíritu Santo, para que te sirvamos
castos de cuerpo y limpios de corazón.
Enriquece, Señor, nuestros corazones
derramando con plenitud tu Santo Espíritu
por cuya sabiduría fuimos creados
y por cuya providencia somos gobernados.
Te suplicamos, oh
Dios Todopoderoso y Eterno,
que tu Santo Espíritu nos defienda y habite
en nuestras almas, para que al fin,
seamos los templos de su gloria.
que tu Santo Espíritu nos defienda y habite
en nuestras almas, para que al fin,
seamos los templos de su gloria.
Te pedimos, Señor,
que según la promesa de tu Hijo,
el Espíritu Santo nos lleve al conocimiento pleno
de toda la verdad revelada. Por Cristo Nuestro Señor.
Amén.
el Espíritu Santo nos lleve al conocimiento pleno
de toda la verdad revelada. Por Cristo Nuestro Señor.
Amén.
Modelo de padre
y esposo, patrón de la Iglesia universal, de los trabajadores, de infinidad de
comunidades religiosas y de la buena muerte.
Su Festividad es el 19 de Marzo.
Su Festividad es el 19 de Marzo.
Oración Inicial de
todos los días
Hacer la señal de la
cruz.
Santísima Trinidad, Padre
Hijo y Espíritu Santo,
tres personas distintas un solo Dios verdadero,
en quien
creo y espero
y a quien amo con todo mi corazón.
Te doy gracias por haber honrado
sobre todos los santos
a San José con la dignidad incomparable
de padre adoptivo
de Jesús, Hijo de Dios,
y esposo verdadero de María, Madre de Dios.
Ayúdame a
honrarle y merecer su protección en vida
y en la hora de la muerte.
San José patrón de la
Iglesia,
jefe de la Sagrada Familia,
te elijo por padre y protector en todo
peligro
y en toda necesidad.
Descubre a mi alma la pureza de tu corazón,
tu
santidad para que la imite
y tu amor para agradecerte y corresponderte.
Enséñame
a orar, tu que eres maestro de oración y alcánzame de Jesús por María la gracia
de vivir y morir santamente.
Amén.
Meditación del día
correspondiente
Hacer Petición por la
cual se ofrece la Novena
Oración Final de todos
los días
¡ACUÉRDATE!
¡Acuérdate! Oh castísimo
esposo de la Virgen María,
dulce protector mío San José
que jamás se ha oído
decir
que ninguno de los que han invocado
tu protección e implorado tu auxilio,
haya quedado sin consuelo!
Animado con esta confianza,
vengo a tu presencia
y me
recomiendo fervorosamente a tu bondad.
No desatiendas mis súplicas,
oh padre
adoptivo del Redentor,
antes bien acógelas propicio
y dígnate socorrerme con
piedad.
Amén.
Meditación de cada
día
Día Primero: Fe de San
José
La fe es una virtud
sobrenatural que nos inclina a creer todo lo que Dios ha revelado y la Iglesia
nos propone. Es la virtud sobre la que se apoyan todas las demás virtudes, pues
sin ella no participamos de la vida de la gracia. San José creyó con una fe tan
viva que sólo la Santísima Virgen pudo aventajarlo. Toda su vida fue
verdaderamente una vida de fe, un acto continuo de fe.
Día Segundo: Fervor de
San José
El fervor es la prontitud
de la voluntad en el servicio de Dios. San José, siervo bueno y fiel, siempre
vivió y trabajó por hacer con perfección y diligencia la voluntad de Dios,
aunque le ocasionara grandes sacrificios. Los que aman como San José están
dispuestos a sacrificar todo cuanto el Señor les pida.
Día Tercero: Amor de San
José al prójimo
El amor con que amamos a
Dios y el amor con que amamos al prójimo es un solo amor: son dos ramas de una
misma raíz porque si al prójimo no le amamos por Dios y con Dios no le amamos
con amor verdadero.
El amor de San José a
Dios es el mayor que se puede encontrar después de la Virgen María; su amor al
prójimo, por tanto, es también el mayor después del de la reina del
Cielo.
Día Cuarto: Prudencia de
San José
La prudencia es al virtud
que dirige todas las cosas a buen fin. Ninguna virtud obra sin que ella le
ordene el modo y el tiempo en que debe hacerlo.La prudencia sirvió de guía a san
José para llevar a cabo felizmente la misión del Señor de ser custodio de Jesús
y esposo de María, a pesar de los grandes trabajos y contradicciones que halló a
su paso.
Día Quinto: Fortaleza de
San José
La fortaleza es una
firmeza de ánimo, una presencia de espíritu, contra todos los males y
contrariedades. La vida de San José, después de la de Jesús y María, fue la que
mayores contradicciones experimentó; debía ser también varón fuerte. Belén,
Nazaret, Egipto, demostraron el heroísmo de la fortaleza del Santo, que sufrió
con constancia todos los dolores y trabajos de su vida.
Día Sexto: Pureza de San
José
San José fue custodio de Cristo Jesús,
y verdadero esposo de la más pura criatura, María Madre de Dios. San José
apareció a los ojos de Dios adornado con tanta pureza que el Señor le confió sus
más grandes tesoros. Con este ejemplo sublime de pureza. ¿No nos animaremos a
ser puros en pensamientos, palabras y obras?
Día Séptimo: Pobreza de
San José
Bienaventurados son los
pobres de Cristo, que viven desprendidos de los bienes de este mundo y dan a sus
hermanos aún de lo preciso. San José tenía ante sí el ejemplo de María y el
ejemplo de Jesús, hijo de Dios, que para predicar el desprendimiento y amor a la
pobreza se hizo pobre, teniendo por cuna un pesebre en su nacimiento. Vivió
pobre San José y dio de su pobreza a los más necesitados.
Día Octavo: Paciencia de
San José
Es esta una virtud que
nos hace sobrellevar con alegría y paz todos los males de la vida por amor de
Dios. Es necesaria la paciencia para alcanzar el cielo; y no hay virtud de mas
frecuente ejercicio desde que existe el pecado. En la vida de san José hubo
muchas penas pero él padeció con paz, con alegría y completamente resignado
a la
voluntad de Dios.
Día Noveno: Conformidad
de San José con la voluntad de Dios
Todos tenemos absoluta
necesidad de esta santa virtud, pues con ella nuestra vida se hace un cielo y
sin ella se vuelve un infierno. San José, modelo acabado de toas las virtudes,
lo es especialmente de la conformidad con la voluntad de Dios. Toda su vida
sembrada de alegrías y de penas, es escogido por Dios Padre para que hiciese sus
veces en la Sagrada Familia, asociado a la suerte de Jesús y de María, practicó
constantemente esta virtud.
LA VIRGEN DE GUADALUPE
es la Patrona de México
y Emperatriz de las Américas
es la Patrona de México
y Emperatriz de las Américas
Su festividad, su dia es: 12 de diciembre
NOVENA
Puesto de rodillas delante de María Santísima, hecha
la Señal de la Cruz, se dice el siguiente:
Acto de Contrición
"Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero,
Creador y Redentor mío, por ser vos quien sois, y porque os amo sobre todas las
cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. Propongo enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco
cuanto hiciere en satisfacción de mis pecados, y confío por vuestra bondad y
misericordia infinita, que me perdonaréis y me daréis gracia para nunca más
pecar. Así lo espero por intercesión de mi Madre, nuestra Señora la Virgen de
Guadalupe. Amén. "
Hágase la petición: …
Récese cuatro Salves en memoria de las cuatro
apariciones y luego se reza la oración de cada día.
Primer Día
"¡Oh Santísima Señora de Guadalupe! Esa corona con
que ciñes tus sagradas sienes publica que eres Reina del Universo. Lo eres,
Señora, pues como Hija, como Madre y como Esposa del Altísimo tienes absoluto
poder y justísimo derecho sobre todas las criaturas.
Siendo esto así, yo también soy tuyo; también
pertenezco a ti por mil títulos; pero no me contento con ser tuyo por tan alta
jurisdicción que tienes sobre todos; quiero ser tuyo por otro título más, esto
es, por elección de mi voluntad.
Ved que, aquí postrado delante del trono de tu
Majestad, te elijo por mi Reina y mi Señora, y con este motivo quiero doblar el
señorío y dominio que tienes sobre mí; quiero depender de ti y quiero que los
designios que tiene de mí la Providencia divina, pasen por tus manos. Dispón de
mí como te agrade; los sucesos y lances de mi vida quiero que todos corran por
tu cuenta. Confío en tu benignidad, que todos se enderezarán al bien de mi alma y honra y gloria de aquel
Señor que tanto complace al mundo. Amén.
Un Padrenuestro, un Ave
María y un Gloria.
Segundo Día
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¡Qué bien se
conoce que eres Abogada nuestra en el tribunal de Dios, pues esas hermosísimas
manos que jamás dejan de beneficiarnos las juntas ante el pecho en ademán de
quien suplica y ruega, dándonos con esto a ver que desde el trono de gloria como
Reina de los Ángeles y hombres haces también oficio de abogada, rogando y
procurando a favor nuestro.
¿Con qué afectos de reconocimiento y gratitud podré
pagar tanta fineza? Siendo que no hay en todo mi corazón suficiente caudal para
pagarlo.
A ti recurro para que me enriquezcas con los dones
preciosos de una caridad ardiente y fervorosa, de una humildad profunda y de una
obediencia pronta al Señor.
Esfuerza tus súplicas, multiplica tus ruegos, y no
ceses de pedir al Todopoderoso me haga suyo y me conceda ir a darte las gracias
por el feliz éxito de tu intermediación en la gloria. Amén.
Un Padrenuestro, un Ave
María y un Gloria.
Tercer Día
¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! ¡Qué puedo
creer al verte cercada de los rayos del sol, sino que estás íntimamente unida al
Sol de la Divinidad, que no hay en tu casa ninguna cosa que no sea luz, que no
sea gracia y que no sea santidad!
¡Qué puedo creer sino que estás anegada en el
piélago de las divinas perfecciones y atributos, y que Dios te tiene siempre en
su Corazón! Sea para bien, Señora, tan alta felicidad.
Yo, entre tanto, arrebatado del gozo que ello me
causa, me presento delante del trono de tu soberanía, suplicándote te dignes
enviar uno de tus ardientes rayos hacia mi corazón: ilumina con su luz mi
entendimiento; enciende con su luz mi voluntad; haz que acabe yo de persuadirme
de que vivo engañado todo el tiempo que no empleo en amarte ti y en amar a mi Dios: haz que acabe de
persuadirme que me engaño miserablemente cuando amo alguna cosa que no sea mi
Dios y cuando no te amo a Ti por Dios. Amén.
Un Padrenuestro, un Ave
María y un Gloria.
Cuarto Día
¡Oh Santísima María de Guadalupe! Si un ángel del
cielo tiene por honra tan grande suya estar a tus pies y que en prueba de su
gozo abre los brazos y extiende las alas para formar con ellas repisa a tu
Majestad, ¿qué deberé yo hacer para manifestar mi veneración a tu persona, no ya
la cabeza, ni los brazos, sino mi corazón y mi alma para santificándola con tus
divinas plantas se haga trono digno de tu soberanía?
Dígnate, Señora, de admitir este obsequio; no lo
desprecies por indigno a tu soberanía, pues el mérito que le falta por mi
miseria y pobreza lo recompenso con la buena voluntad y deseo
Entra a registrar mi corazón y verás que no lo
mueven otras alas sino las del deseo de ser tuyo y el temor de ofender a tu Hijo
divinísimo. Forma trono de mi corazón, y ya no se envilecerá dándole entrada a
la culpa y haciéndose esclavo del demonio. Haz que no vivan en él sino Jesús y
María. Amén.
Un Padrenuestro, un Ave
María y un Gloria.
Quinto Día
¿Qué correspondía a quien es un cielo por su
hermosura, sino uno lleno de estrellas? ¿Con qué podía adornarse una belleza
toda celestial, sino con los brillos de unas virtudes tan lúcidas y tan
resplandecientes como las tuyas?
Bendita mil veces la mano de aquel Dios que supo
unir en ti hermosura tan peregrina con pureza tan realzada, y gala tan brillante
y rica con humildad tan apacible. Yo quedo, Señora, absorto de hermosura tan
amable, y quisiera que mis ojos se fijaran siempre en ti para que mi corazón no
se dejara arrastrar en otro afecto que no sea el amor tuyo.
No podré lograr este deseo si esos resplandecientes
astros con que estás adornada no infunden una ardiente y fervorosa caridad, para
que ame de todo corazón y con todas mis fuerzas a mi Dios, y después de mi Dios
a Ti, como objeto digno de que lo amemos todos. Amén.
Un Padrenuestro, un Ave
María y un Gloria.
Sexto Día
¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! ¡Qué bien
dice a tu soberanía ese tapete que la luna forma a tus sagradas plantas!
Hollaste con invicta planta las vanidades del mundo, y quedando superior a todo
lo creado jamás padeciste el menguante de la más ligera imperfección: antes de
tu primer instante estuviste llena de gracia.
Miserable de mí, Señora, que no sabiéndome mantener
en los propósitos que hago, no tengo estabilidad en la virtud y sólo soy
constante en mis viciosas costumbres.
Duélete de mí, Madre amorosa y tierna; ya que soy
como la luna en mi inconstancia, sea como la luna que está a tus pies, esto es,
firme siempre en tu devoción y amor, para no padecer los menguantes de la culpa.
Haz que esté yo siempre a tus plantas por el amor y la devoción, y ya no temeré
los menguantes del pecado sino que procuraré darme de lleno a mis obligaciones,
detestando de corazón todo lo que es ofensa de mi Dios. Amén.
Un Padrenuestro, un Ave
María y un Gloria.
Séptimo Día
¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! Nada, nada
veo en este hermosísimo retrato que no me lleve a conocer las perfecciones de
que te dotó el Señor a tu alma inocentísima. Ese lienzo grosero y despreciable;
ese pobre pero feliz ayate en que se ve estampada tu singular belleza, dan claro
a conocer la profundísima humildad que le sirvió de cabeza y fundamento a tu
asombrosa santidad.
No te desdeñaste de tomar la pobre tilma de Juan
Diego, para que en ella estampase tu rostro, que es encanto de los ángeles,
maravilla de los hombres y admiración de todo el universo. Pues, ¿cómo no he de
esperar yo de tu benignidad, que la miseria y pobreza de mi alma no sean
embarazo para que estampes en ella tu imagen graciosísima?
Yo te ofrezco las telas de mi corazón. Tómalo,
Señora, en tus manos y no lo dejes jamás, pues mi deseo es que no se emplee en
otra cosa que en amarte y amar a Dios. Amén.
Un Padrenuestro, un Ave
María y un Gloria.
Octavo Día
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¡Qué misteriosa y
qué acertada estuvo la mano del Artífice Supremo, bordando tu vestido con esa
orla de oro finísimo que le sirve de guarnición! Aludió sin duda a aquel
finísimo oro de la caridad y del amor de Dios con que fueron enriquecidas tus
acciones. Y ¿quién duda, Señora, que esa tu encendida caridad y amor de Dios
estuvo siempre acompañada del amor al prójimo y que no, por verte triunfante en
la patria celestial, te has olvidado de nosotros?
Abre el seno de tus piedades a quien es tan
miserable; dale la mano a quien caído te invoca para levantarse; tráete la
gloria de haber encontrado en mí una misericordia proporcionada, más que todas,
a tu compasión y misericordia. Amén.
Un Padrenuestro, un Ave
María y un Gloria.
Noveno Día
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¿Qué cosa habrá
imposible para ti, cuando multiplicando los prodigios, ni la tosquedad ni la
grosería del ayate le sirven de embarazo para formar tan primoroso tu retrato,
ni la voracidad del tiempo en más de cuatro siglos ha sido capaz de destrozarle
ni borrarle?
¡Qué motivo tan fuerte es este para alentar mi
confianza y suplicarte que abriendo el seno de tus piedades, acordándote del
amplio poder que te dio la Divina
Omnipotencia del Señor, para favorecer a los mortales, te dignes estampar en mi
alma la imagen del Altísimo que han borrado mis culpas!
No embarco a tu piedad la grosería de mis perversas
costumbres, dígnate sólo mirarme, y ya con esto alentaré mis esperanzas; porque
yo no puedo creer que si me miras no se conmuevan tus entrañas sobre el
miserable de mí. Mi única esperanza, después de Jesús, eres tú, Sagrada Virgen
María. Amén.
Un Padrenuestro, un Ave
María y un Gloria.
NOVENAS
Etiquetas
- NOVENAS (8)
- Novenas Breves (1)
- Novenas para Ayudar a Dejar Vicios (1)
- Novenas para Encontrar Trabajo (1)
- Novenas para Hacer Peticiones (4)
- Novenas para Hijos Rebeldes (1)
- Novenas para Matrimonios con Problemas (1)
- Novenas para Pedir Ayuda en Necesidades (4)
- Novenas para Pedir Dinero (1)
- Novenas para Pedir Dones (1)
- Novenas para Pedir Favores (2)
- Novenas para Peticiones Especiales (1)
- Novenas para Problemas Económicos (3)
- Novenas para Proteccion Familiar (1)
- Novenas para Salud Enfermos Enfermedades (3)
- Novenas para Solucionar Deudas (1)
- Novenas para solucionar Problemas de Trabajadores (1)
- Novenas para Victimas de Abusos (1)
Buscar este blog
Popular Posts
-
NOVENA A SAN BENITO San Benito es patrón de: Europa, erupciones cutáneas, sarpullidos, envenenamientos, trabajadores...
-
NOVENA BREVE A SANTA MONICA Santa Mónica es patrona de víctimas de abusos, alcohólicos, matrimonios con problemas, hijos...
-
Modelo de padre y esposo, patrón de la Iglesia universal, de los trabajadores, de infinidad de comunidades religiosas y de l...
-
Al Espiritu Santo se le invoca para pedir sus dones: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y ...
-
LA VIRGEN DE GUADALUPE es la Patrona de México y Emperatriz de las Américas Su festividad, su dia es: 12 de diciembre ...
-
Protector de los tejedores, de los que quieren conseguir casa propia y de los viudos. Tambien se le invoca para hac...
-
Santa Bernardita (Soubirous) de Lourdes es considerada la Santa Patrona de los pobres, los enfermos y los enfermos del cuerpo...
-
El P. Alejandro Filipucci, curado por el santo en 1658, compuso la novena y fijó como fecha para su realización del 4 al 12 de marz...
Mi lista de blogs
Con la tecnología de Blogger.