NOVENAS,
Novenas para Hacer Peticiones,
Novenas para Pedir Favores,
Novenas para Salud Enfermos Enfermedades,
Santa Bernardette,
Virgen de Lourdes
SANTA BERNARDETTE
Santa Bernardita (Soubirous) de Lourdes es considerada la Santa Patrona de los pobres, los enfermos y los enfermos del cuerpo.
Su festividad es el 16 de Abril.
Bienaventurada Santa Bernardita,
elegida por Dios
todopoderoso como cauce
de sus gracias y bendiciones.
Por medio de tu humilde obediencia
a las deseos de
nuestra Santa Madre María
ganaste para nosotros el agua milagrosa
de la curación
espiritual y física.
Escucha, te imploramos,
nuestras oraciones de
súplica
para que seamos sanados
de nuestras imperfecciones espirituales y
físicas.
Deposita nuestras peticiones
en las manos de
nuestra Santa Madre María,
para que ella pueda depositarla
a los pies de de su
amado Hijo,
nuestro Señor y Salvador Jesucristo
y así pueda El vernos con
clemencia y compasión.
Te pido intercedas por/para…
(Haga aquí la
petición).
Ayúdanos, oh bienaventurada santa Bernardita,
a
seguir tú ejemplo,
de manera que indiferentes
a nuestro propio dolor y
sufrimiento,
seamos siempre conscientes
de las necesidades de los demás,
especialmente de aquellos cuyos sufrimientos
son mayores que los
nuestros.
Así como confiamos en la misericordia de Dios,
recuérdanos ofrecer nuestro dolor y sufrimiento
por la conversión de los
pecadores y en reparación
de los pecados y blasfemias de la
humanidad.
Ruega Santa Bernardita,
para que a imitación tuya,
podamos ser siempre obedientes
a la voluntad de nuestro Padre Celestial
y
mediante nuestras oraciones y humildad,
podamos traer consuelo
a los Sagrados
Corazones de Jesús y María,
tan gravemente heridos por nuestros
pecados.
Santa Bernardita de Lourdes,
ruega por nosotros.
Amén.
Rezar 10 avemarías.
Oración:
Acordaos, oh piadosísima Virgen María,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de
los que han acudido
a vuestra protección, implorando vuestra asistencia,
reclamando vuestro socorro,
haya sido abandonado de Vos.
Animado por esta
confianza a Vos también acudo,
oh, Madre, Virgen de las Vírgenes, y,
aunque
gimiendo bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a comparecer
ante vuestra
presencia soberana.
Oh Madre de Dios, no despreciéis mis súplicas,
antes bien,
escuchadlas y acogedlas benignamente.
Amén.
Oh María, sin pecado concebida,
ruega por nosotros
que recurrimos a ti
(repetir tres veces).
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